Programar la realidad va más allá de una visualización, un decreto, un deseo o una técnica secreta...
Para empezar, hay que salir del estado de sobrevivencia y activar el corazón para tener tus propios flujos de energía que alimenten las creaciones; con eso, hay motivo suficiente para dedicar parte de tu vida a procesar tu sistema celular.
Cuando se empieza a programar hay que distinguir la ilusión de la verdad del alma... Aceptar que tienes un cuerpo operando desde la tercera dimensión y comprender sus reglas...
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Hay que abandonar muchas versiones y actualizarnos; hay que morir muchas veces en planos paralelos y extraer consciencia; hay que entrenar a la mente hasta que entienda lo que pueda entender y después se rinda a lo que no alcanzó, para dar paso a la locura divina... Ahí donde viven los códigos de los Dioses, a los que llegas cuando te reconoces como el centro de tu creación....
Y -quizás, cuando sientas que has llegado a algo, venga la siguiente prueba y el ego se rinda ante la consciencia, que sabiamente susurra: no te acostumbres, no te acomodes, todo cambiará en el siguiente segundo...
Fuente de la imagen: desconocida
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