Recordemos que estamos en un planeta de polaridades; si cargamos mucho la energía hacia alguno de los lados, las leyes harán que se regule, generando circunstancias para ir al lado contrario.
Aquí se vivió un desbalance provocado por un exceso de dominación masculina; claro, porque en el pasado a las mujeres se nos pasó la mano también con el matriarcado.
Entonces, ahora las mujeres estamos recuperando mucho de ese poder y alineando de nuevo nuestros hemisferios cerebrales; no es que estemos queriendo ser hombres, es que estamos, de manera presionada, generando nuevas sinapsis para la estructura, la lógica y el manejo del poder. Así, nos ocupamos de funciones de liderazgo, para reforzar nuestro cerebro.
El precio está siendo muy alto, ya que es una sobrecarga de roles que nos llevan al cansancio extremo, y usamos toda el alma que queda para traspasar ese umbral y seguir avanzando... porque la evolución no para.
Imagen tomada de la web
No se trata de falta de amor propio para tomar un respiro; se trata de cerebros que se están volviendo más inteligentes... ¿Y PARA QUÉ?
La Madre Tierra está apostando por la sabiduría; esa que surge si las mujeres sanamos el dolor de siglos de humillación, descubrimos que tenemos el super poder de la auto sustentabilidad, de forjar a nuestra tribu, de iluminarnos en el ajetreo diario, de apagar la mente por no poder más y rendirnos en un momento de descanso donde todo nuestro ser se actualice.
Esas mujeres que hoy estamos dando todo, resanando nuestros karmas del pasado... Esas que estamos despertando y honrando la vida; que sabemos que para encontrar un balance entre mujeres y hombres, requerimos de vuelta nuestros super poderes; no para pelear, no para humillarlos, no para competir y ganar...
Si no para obtener de nuevo respeto... Y después, una mirada horizontal, entre iguales en rango, que nos impulse a mirarnos de nuevo, a reconocer el valor del de enfrente, a integrar la completitud de las almas de la humanidad, cuando los hombres y las mujeres suman, se complementan, se aman. Ambos queremos sumar.... sólo que por siglos se nos olvidó cómo.
Es tiempo de recordar.
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