La fidelidad no tiene que ver con el amor, tiene que ver con la conciencia.
El alma es poliamorosa, puede estar enamorada de muchos seres al mismo tiempo; mientras que el cuerpo está listo para todas las experiencias que le solicites...
Entonces, si no decide el alma ni el cuerpo, porque ambos están listos para estar con varios... ¿Quién puede tomar la decisión de ser fiel?
La conciencia.
Y ésta surge después de caminar un tramo aprendiendo a responder, sanando traumas personales y sistémicos, dejando al eterno adolescente que busca enamoramientos continuos para seguir sintiendo... y de aprender del compromiso.
Llegar a elegir con entrega y madurez, para construir una experiencia sostenible y compartida, volviéndose el mejor socio/socia posible del otro; sabiendo que este compromiso invitará más amor para superar sus debilidades humanas.
También hay fieles inconscientes, aquellos que no se atreven a salir de su zona de confort por miedo, por falta de recursos, por quedar mal, porque ya pagaron tanto dolor por esa relación, que no quieren aceptar que tampoco funcionó... en pocas palabras... por ego.
Y hay infieles que no aman, que solo toman de la energía sexual de otros para alimentar su insaciable búsqueda de placer; porque es lo único que conocen; no saben qué se siente la satisfacción...
Así que hay de todo: fieles con conciencia y sin ella, e infieles amando a todos y a ninguno...
¿Quieres que te sean fiel? Sí hay manera: el mundo te hace, lo que tú te haces a ti... ¿Qué tan fiel estás siéndote?
Fuente de la imagen: desconocida
Comments