La mujer búfalo blanco prometió volver después de que pasaran las 4 edades de la humanidad... Ella les enseñó a los nativos del norte los ritos sagrados y también les enseñó a respetar la pureza, pues cuando se les apareció a 2 hombres, uno tuvo pensamientos lascivos (aquel sin dominio de su parte animal), y otro reconoció de inmediato que era una divinidad (aquel en conexión con su Ser Superior); ante la presencia de la Diosa, el lascivo pereció y quedó como un esqueleto rodeado de serpientes; mientras el otro, recibió los ritos sagrados para llevarlos a su pueblo, y aprender a honrar al Espíritu Creador (Wakan Tanka).
Mientras tanto, en el corazón de América, se seguían los ritos de Coatlicue, la Diosa Serpiente, Madre de los Hombres y de los Dioses, La Madre Tierra, quien daba vida y quien la quitaba como la gran devoradora, y no sólo a los cuerpos, también su poder se extiende hasta las Almas, elevando aquellas que sostienen su conexión con el gran espíritu, y disolviendo aquellas que se han perdido. Una Madre a la que sus hijos se le revelaron por creerla deshonrada, al recibir las plumas del cielo que darían vida en su vientre a Huitzilopochtli, el Dios de la Guerra, el cual aniquiló a sus hermanos para defender a su Madre.
Claro que después llegaron los cristianos y usaron todo esto para conjugar los mitos sagrados, dando vida a GUADALUPE, y los monjes tuvieron la paciencia de no destruir el último altar de Coatlicue en Tepeyac, hasta que la mayoría se hubiera acostumbrado a venerarlas como una misma deidad (pues son la misma en realidad).
Así que aquí estamos, en un mundo globalizado, con las Diosas observando si nos perdemos o nos activamos, en un mundo donde jugar a "no pasa nada" se ha vuelto el pan de cada día de una sociedad dormida... donde incluso los que abusan del poder creen que son más fuertes que las esencias divinas, las cuales sólo están dejando correr el tiempo para que vivamos las experiencias que nos creen la conciencia para regresar a honrar todo aquello de lo que estamos hechos, regresar a respetar a la que nos parió en este mundo con la luz del cielo... Y así están ellas, aguardando pacientes para su retorno, mirando complacidas cómo tantas almas están despertando y preparándose para recibir los nuevos regalos del Espíritu para el nuevo mundo que se avecina y listas para aniquilar a quién por más oportunidades que tuvo, no las tomó. Y como siempre, habrá 2 mundos: el de los caídos donde reinará el caos; y el de los despiertos, donde reinará el amor y la sabiduría.
¿Esto te sonó a me voy a ir al infierno? O, ¿lo percibiste como ¡hurra, ya vienen los refuerzos?
Así es la Tierra de dual, por eso Coatlicue se corona con la doble Serpiente, la que da la vida y la que la retira.
Para aprovechar esta sabiduría ancestral, y seguir en pro de activar nuestra conciencia, es esencial ofrendar voluntariamente (a los elementales, al cielo, a la Tierra....), sobretodo agradecer (es nuestra más grande ofrenda) por todo lo que recibimos, así no tienen que ser retiradas las ofrendas de nuestras vidas de manera abrupta y dolorosa.
El camino puede ser en profundo amor, recibiendo de las Diosas su néctar. Continuemos nuestro autodominio y crecimiento personal, cada uno a su manera; porque los caminos son ricos en sus combinaciones.
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